miércoles, 26 de agosto de 2009




Foto de: Duane Michals


[Duane Michals,es un fotografo americano que acredita su fama y su singular mirada a la falta de educación formal como fotógrafo, un autodidacta, es uno de los máximos exponentes de la fotografía conceptual y filosófica.
De hecho, casi siempre sus imágenes se construyen como una reflexión metafísica sobre la condición humana, el sexo, el humor o la violencia, para la que se sirve de su propio cuerpo y su rostro. Sus comienzos revelan la gran influencia de Atget en la fotografía norteamericana con escenarios recurrentes como los restaurantes, salas de espera o recepciones de hotel, pero en 1966 comienza a hacerse con un estilo propio y único a través de la técnica de la secuenciación: una sucesión de fotografías como forma de contar historias con, incluso, un desarrollo temporal. Una técnica que perfiló aún más en sus trabajos a mediados de la década de los 70 al incluir pequeños manuscritos en las copias para reforzar su significado.
]


“Superar exige asumir, no pasar página o echar en el olvido. En el caso de una tragedia requiere, inexcusablemente, la labor del duelo, que es del todo independiente de que haya o no reconciliación y perdón. En España no se ha cumplido con el duelo, que es, entre otras cosas, el reconocimiento público de que algo es trágico y, sobre todo, de que es irreparable. Por el contrario, se festeja una vez y otra, en la relativa normalidad adquirida, la confusión entre el que algo sea ya materia de historia y el que no lo sea aún, y en cierto modo para siempre, de vida y ausencia de vida. El duelo no es ni siquiera cuestión de recuerdo: no corresponde al momento en el que uno recuerda a un muerto, un recuerdo que puede ser doloroso o consolador, sino a aquel en que se patentiza su ausencia definitiva. Es hacer nuestra la existencia de un vacío.”


CARLOS PIERA, “Introducción” a Tomás Segovia: en los ojos del día: Antología poética.